¡Hola!
Soy Clara Freire, en la identidad humana que estoy viviendo.
Como la mayoría de las personas, pasé por mi etapa de víctima. Intensa, muy intensa, y muy placentera aunque en aquellos momentos no era capaz de darme cuenta de ese placer. Hasta que empecé a abrir un ojo. Comenzó una nueva realidad, tenía necesidad de encontrar algo diferente, que diera respuesta o sentido a todo lo vivido o sentido, en definitiva a todo lo que «aparecía» en mi vida. Me ha llevado muchos años.
En los primeros años, la búsqueda estaba encarada hacia el exterior. Creía que estaba fuera en alguna técnica de sanación que tenía que aprender, en algún libro de autoayuda o de psicología que tenía que leer, en alguna persona que parecía darme alguna respuesta que movía algo en mi interior. Y parecía que sí, que me daba una salida a mis insatisfacciones, a mis dudas, a mi sensación de querer entender qué pasaba conmigo, qué estaba mal en mí. Pero siempre era temporal, era una ilusión que tenía fecha de caducidad.
Después vino la larga etapa de mirar hacia dentro de mí, buscando mis errores, mis sombras, mi oscuridad para intentar sanarlo como algo que está mal y que hay que rectificar, que corregir. Con ello tampoco venía la tan ansiada tranquilidad de espíritu.
Por fin entré en la nueva realidad que sí me aporta paz, no porque sea una etapa «tranquila», no. Mi vida está en cambio constante. Lo está en mi interior, y también en mi exterior. Quizás es la que requiere de más valentía porque, en ella estoy practicando el amor incondicional hacia quien soy como humana con todas mis experiencias y creaciones. Además requiere coraje porque en este abrazar todo lo que soy con mis luces y mis sombras, voy despojándome de «apariencias», de «máscaras», creencias, apegos, relaciones, de «debo» y «tengo» , liberándome de condicionamientos ancestrales y culturales, liberándome de velos que ocultan la verdad, mi verdad, que emerge de mi interior. Voy permitiendo el Ser que realmente soy. Todos mis sentidos abiertos, no sólo los humanos.
Me encanta compartir mis experiencias con otras personas dispuestas a escucharme y a escucharse a sí mismas sobre todo. Actualmente creo espacio seguros donde las personas interesadas puedan darse permiso para mostrarse tal como son, puedan hablar de sus luces y sus sombras sin juicios , entrar en contacto con su Alma y con esa Sabiduría innata, con su Voz Interior. No para procesar ni sanar, sólo para hacer espacio a todo eso que cada uno lleva dentro e intenta ocultar por miedo, vergüenza, inseguridad. En todo ello se encierra una gran belleza y compasión, cuando la persona se atreve a ir más allá de su mente crítica.
Sigo de viaje de descubrimiento, de viaje hacia el interior de mí, con la mejor de las compañías, la mía, y sin duda es un viaje apasionante. Es un enamorarse constante de mi parte humana con mi parte divina.
En este viaje también he tenido la compañía de muchas personas. Todas ellas han aportado algo, especialmente mi compañero de vida, Eduard, al que estoy muy agradecida por su gran paciencia y generosidad, inmerso también él en su propio viaje de descubrimiento, en su propio viaje de enamorarse de sí mismo, en su Realización.